UN GRAN MURAL CERÁMICO, OBRA DE ANTONIO CAMPOS, PRESIDE LA PLAZA DE LA ALEGRÍA DE TOMARES
La Plaza de la Alegría de Tomares, situada entre las calles Navarro Caro y José Luis Navarro, luce en todo su esplendor tras el descubrimiento del gran mural cerámico con la efigie de los Reyes Magos, que desde ahora presidirá este pintoresco rincón y que hará especialmente emotivo el paso de la Cabalgata por esta zona de Tomares.
El alcalde el municipio, José Luis Sanz, ha sido el encargado de descubrir este gran mosaico de azulejos, de alrededor de 8 metros cuadrados, que es obra de Antonio Campos, el último alfarero en activo de Sevilla, que actualmente tiene su taller en Tomares. El diseño ha corrido a cargo de Vanessa Evans, diseñadora del Ayuntamiento.
Para el alcalde, “este azulejo, de un gran valor artístico, se va a convertir en uno de los emblemas de Tomares, ubicado en una de las plazas más querida por los vecinos que, a partir de ahora, con este gran mural, va a rendir homenaje a tres figuras tan queridas por todos y, muy especialmente por los niños, como son los tres Reyes Magos de Oriente”.
El descubrimiento del mural supone el punto y final de las obras de remodelación de la Plaza de la Alegría, que ha visto ampliada su superficie con la incorporación de una calle sin salida colindante, ganando de este modo un mayor espacio para el ocio y el esparcimiento de sus vecinos.
Además, se ha sustituido la antigua pavimentación que estaba deteriorada debido al paso del tiempo, por una solería completamente nueva, de pizarra color rojo y gris, y se han reorganizado las jardineras perimetrales que bordean la plaza, eliminando los arriates que colindan con la calle José Luis Navarro y mejorando los alcorques que dan a la calle Navarro Caro con nuevas plantaciones.
Otra de las mejoras ha sido la eliminación de la contaminación visual que producían los cables de baja tensión, que ahora se han soterrado, y el repintado de los bancos de fundición existentes, donde los vecinos podrán sentarse a contemplar su recién estrenada plaza bajo la atenta mirada de Melchor, Gaspar y Baltasar.