Tomares vivió ayer domingo, 19 de septiembre, con gran emoción un día que quedará para el recuerdo de los tomareños, el reencuentro en la calle con la Virgen de los Dolores, que tras dos años volvió a salir en procesión en el Rosario de la Aurora, un cortejo organizado por la Hermandad Sacramental de Tomares y que llevó a que el municipio se convirtiera en uno de los primeros de Sevilla en disfrutar de nuevo con una procesión por sus calles.

La espera ha sido larga, dos años desde la última vez que salió La Virgen de los Dolores, titular de la Hermandad Sacramental. Fue el 23 de septiembre de 2019, cuando se celebró el también el Rosario de la Aurora, y la Virgen recorrió Tomares hasta el barrio del Camino Viejo.

Tras el Rosario, tres meses después, el 19 de enero de 2020, el Patrón, San Sebastián, se convertía en el último paso en recorrer las calles de Tomares.

Desde entonces han pasado 20 meses, un paréntesis largo que ha hecho que se note en las caras de los  tomareños. Desde las siete de la mañana los vecinos y hermanos de la Hermandad Sacramental se concentraban rebosantes de ilusión en torno a la Parroquia de Nuestra Señora de Belén para acompañar en su salida a su Virgen, la Virgen de los Dolores, que a las siete y media salía resplandeciente de la iglesia camino de Peralta, donde sus vecinos la esperaban con los brazos abiertos y con el barrio engalanado para la misa, que tuvo lugar a las 9 de la mañana, y en donde el barrio le entregó a la Virgen un rosario y un pañuelo.

El Coro de Campanilleros no podía faltar a esta cita, que ofreció sus canciones tradicionales a la Virgen, en una jornada en la que se vivieron muchos momentos para el recuerdo. Uno de ellos fue cuando, al finalizar la misa, empezó a sonar con fuerza la Banda de Municipal del Cristo del Perdón de la Rinconada, que hizo estallar el júbilo de los asistentes al reencontrarse en la calle con el sonido tradicional de las procesiones en nuestra tierra.

Otros momentos emotivos se vieron en las Casas de Hermandad o en la calle Navarro Caro cuando la Virgen pasó sobre la alfombra de sal hecha con mimo por los jóvenes de Hermandad.

El 19 de septiembre de 2021 quedará para la historia local de Tomares como el día en el que los tomareños se reencontraron en la calle con su Virgen con la esperanza de volver a la ansiada normalidad, una jornada en la que gracias al buen hacer de la Hermandad Sacramental y la acogida del barrio de Peralta, el municipio recuperó los sonidos y los sentidos de una de nuestras más queridas tradiciones, las procesiones ocupando la calle.