Dice una sevillana que “para ser buen rociero, primero hay que ser cristiano”. Cumpliendo con esa premisa, la Hermandad del Rocío de Tomares organizó para el día de ayer, domingo 24 de noviembre, la proyección del documental “Rocío, todo empezó una mañana” con el objetivo de recaudar fondos para contribuir a la construcción de una sala lúdica destinada a adolescentes con cáncer en el Hospital Virgen del Rocío.

Con esta iniciativa, la Real Hermandad del Rocío de Tomares se suma a la Obra Social del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío, que, bajo el lema “Una corona de amor”, ha emprendido esta campaña de la mano de Andex, para que los chicos y chicas hospitalizados en el citado centro hospitalario puedan evadirse durante unas horas al día, del sufrimiento emocional y físico que les aqueja.

El documental, dirigido por Carlos Valera, recoge la historia de la coronación de la Virgen del Rocío y de los cambios experimentados en torno a esta advocación mariana en los cien años transcurridos desde ese momento. Para ello, el cineasta ha recurrido a los testimonios de almonteños de honda raigambre rociera que explican, en primera persona, qué supone en sus vidas la fe en la Virgen del Rocío. Antonio García Barbeiro pone voz a los textos de Francisco Robles en las poéticas locuciones con las que se completa este emocionante audiovisual en el que también se recuerda, vívidamente, la figura de Rafael González Serna.

La Hermandad hizo entrega a Valera de una medalla como reconocimiento al gran trabajo realizado en la película.