Huevos fritos con chorizo, patatas y pimientos, migas con chacina, chistorras, morcilla, panceta, buñuelos con chocolate… Son sólo algunas de las exquisiteces que se podrán saborear en la tradicional Convivencia del Colesterol que la Hermandad del Rocío de Tomares celebrará este fin de semana, desde el sábado 20 a partir de las 20 horas hasta el domingo 21 a mediodía.

Un auténtico festival de las grasas saturadas que llenará de animación la Plaza de la Constitución, junto al centro peatonal y Auditorio Municipal Rafael de León, donde el Ayuntamiento está instalando seis módulos de casetas y un escenario, que acogerá diversas actuaciones.

Una fiesta abierta a todo el mundo, que este año cumple su octava edición, que esperar recibir a numerosos vecinos y visitantes de Sevilla y pueblos del entorno. Una convivencia solidaria en la que se podrá disfrutar durante dos días, a precios populares, de una gran cantidad de alimentos ricos en colesterol. Y es que una vez al año, como dice el refrán, no hacen daño. Y más si todo lo recaudado se dona luego para una buena causa: Conseguir fondos para los fines sociales que la Hermandad del Rocío lleva a cabo durante todo el año.

Una cita obligada para los amantes del buen comer y aquellos que quieran pasarlo bien disfrutando en compañía de la familia y amigos. “Un día para dejar a un lado la dieta y deleitarse con las grasas saturadas, además de las ricas tapas de comida casera (ensaladilla, montaditos, pinchitos, etc.), elaboradas con esmero por las mujeres de la Hermandad del Rocío. Y terminar como postre con churros y buñuelos con chocolate, elaborados por la Asociación Reyes Magos Plaza de la Alegría y la vecina Ani Rejano”, explica el Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío, Rafael López Rodríguez.

La convivencia que estará animada con música el sábado, también contará con las actuaciones en directo el domingo de las alumnas del Taller Municipal de Baile de Rocío Bernabé, el Coro Rociero de Tomares y el Coro “chico” de la Hermandad del Rocío formado por niños, ambos dirigidos por Manolo Romero.