El pasado sábado terminó la temporada de pavías de la Hermandad Sacramental de Tomares, dando paso a las actividades de preparación de la tómbola de la Feria.

Como en el año anterior, tanto la organización como los asistentes aplauden la decisión del cambio de ubicación, ya que el emblemático entorno de los Jardines de El Conde, sede del Ayuntamiento de Tomares, se convierte en una terraza de verano con una temperatura agradable, buen ambiente y espacio de esparcimiento para los más pequeños, además de ser mucho más cómodo para el trabajo de los voluntarios que cuentan con una barra permanente.

Los buenos resultados de público y ventas consolidad a las pavías como una de las grandes alternativas de ocio en los veranos de la localidad, donde se han llegado a consumir unos 200 kilos de bacalao y 170 kilos de merluza, junto con 280 kilos de la especial masa que los acompaña, llegando a quedarse sin existencias en su último día.

No solo las pavías cuentan con la aprobación más que merecida de los vecinos que acuden, también ya es tradición disfrutar de otras deliciosas tapas caseras a precios económicos como la ensaladilla, la carne mechá, los pinchitos, los montaditos de gambas con alioli  o el típico “Veracruz” de filete, salmorejo y jamón.

Como novedad en la carta de este año, las opciones de postre estaban compuestas por helados y las tartas caseras aportadas por un grupo joven del Camino Viejo, que destinarán los beneficios a la preparación de la llegada de la Virgen de los Dolores, que por primera vez incluirá a la barriada en el recorrido del Rosario de la Aurora.

El Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental de Tomares, Francisco Bermúdez, se encuentra muy satisfecho con los resultados positivos destacando la asistencia y el buen ambiente y “agradecidos con todos los que han colaborado con sus donaciones para comprar los ingredientes y con su trabajo”. Todos los trabajadores tanto de cocina como de servicio, son voluntarios que ofrecen tu tiempo y esfuerzo de forma desinteresada, como Carmen Rueda, Diputada de Culto, que ha hecho la masa de todas las jornadas, Fátima que ha estado preparando las tapas de huevos rellenos, Purificación que ha elaborado la pringá o como Inma, que se ha encargado de los tradicionales cartuchos”.

Todo este trabajo desinteresado que aportan los voluntarios y los beneficios que genera son para una buena causa: el mantenimiento de la actividad de la hermandad y su bolsa de caridad.

El fin de la temporada de pavías supone la apertura de las actividades de la tómbola, que comenzará con la recepción de los regalos todas las tardes en la Casa Hermandad del municipio y que se mantendrá hasta el comienzo de la feria.