‘PÁLPITOS’ DE MARÍA FUERTES, UNA OBRA DE POESÍA HECHA DESDE EL CORAZÓN
Al igual que en los poemas que componen ‘Pálpito’, el amor fue protagonista ayer en la presentación de la primera obra en solitario de la poetisa tomareña María Fuertes. El alcalde de Tomares, José Luis Sanz y la delegada de Festejos y Tradiciones, Carmen Ortiz, junto a numerosos amigos, familiares y admiradores de sus versos, se dieron cita en el Club de la Tercera Edad ‘El Conde’, para celebrar la consecución de un sueño largamente anhelado.
Fuertes asistió emocionada al despliegue de alabanzas que inauguró Carmen Ortiz con sus palabras de bienvenida y que continuaron después su cuñado, José María Rodríguez, y Rosario Granados, profesora del Centro de Adultos ‘Luis Cernuda’ en el que la escritora cursó los estudios que han hecho posible este reto. Los tres coincidieron al ensalzar las virtudes de una artista sensible y vital, generosa y positiva, prolífica, de palabra fácil, enamorada de la vida y de la literatura.
“En mi tiempo de creación- explicó la poetisa- aparco las realidades para sumergirme en otra realidad elegida por mí. De ahí surge el poema, el cuento o el relato y de ahí han nacido estos ‘Pálpitos’, de la observación de elementos que siempre estuvieron ahí pero nunca vi y que, ahora que la vida empieza a limitar mis movimientos, puedo detenerme a mirar”.
Los versos de esta ópera prima, impregnados de amor y de desamor, de soledad, de remembranzas de una infancia entre olivares, de elementos totémicos del campo andaluz y de detalles de la vida cotidiana, se materializaron en las voces de Antonio Cimarro, Cristóbal Librero, Rogelio Abad y de la propia María Fuertes, en un delicado recital que culminó con la actuación del joven flautista Camilo Laguna, quien interpretó piezas de Schubert, Bach y Händel.
Una tarde de emociones a flor de piel, en la que el recuerdo de la escritora, recientemente desaparecida, Trini Reina sobrevoló la sala como un destello inalterable de admiración y cariño, conjurando su ausencia con la fuerza de la poesía. El mejor homenaje que puede recibir quien tanto amor dedicó a la palabra escrita.