Miles de tomareños salieron a la calle para recibir a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente en la noche más mágica y especial del año. Miles de niños, adultos y mayores esperaban con gran ilusión ver pasar la Cabalgata de Reyes Magos 2020, que este año ha sido la más multitudinaria, formada por un gran cortejo en el que han desfilado diez carrozas, las de Sus Majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar, la de la Estrella de la Ilusión, que por primera vez iba acompañada de beduinos, y seis carrozas más, tres de ellas más grandes que nunca, acompañadas por más de 650 personas entre beduinos, charangas, músicos, pasacalles, Policía Local, Protección Civil, servicio de limpieza y voluntarios.

Multitud de vecinos salieron a la calle para no perderse la Cabalgata de Reyes de Tomares que cada año es más multitudinaria, atrayendo a miles de vecinos no solo de Tomares sino de numerosos municipios del entorno.

La Cabalgata, que salió a las cuatro y media de la tarde de la calle Camarón de la Isla para recorrer el centro y los distintos barrios de Tomares, finalizó hacia las nueve de la noche en el Ayuntamiento, donde el alcalde de Tomares, José Luis Sanz, recibió a Sus Majestades los Reyes Magos y a la Estrella de la Ilusión, quienes salieron a saludar desde el balcón a todos los niños y mayores antes de emprender su trabajo nocturno de repartir los regalos en todos los hogares de Tomares y del mundo.

Los Reyes Magos de Tomares encarnados este año por José María Toscano, Melchor, Gonzalo Mensaque, Gaspar, y Sebastián Bizcocho Puerto, Baltasar, guiados por una deslumbrante Estrella de la Ilusión, personificada por Andrea Vargas Ramírez, repartieron miles de caramelos, regalos, y sorpresas, llenando de alegría e ilusión las calles del municipio.

Personajes favoritos de los pequeños

Seis esplendidas y brillantes carrozas llenas de color, magia y fantasía, que en esta edición recreaban a varios de los personajes favoritos de la tele, acompañaron a Melchor, Gaspar y Baltasar, y a la Estrella de la Ilusión. “La Vampirina”, “La Bella y la Bestia”, “La Cenicienta”, “Los Superhéroes”, “Los Piratas” y “La Caja de los Juguetes”, todas ellas confeccionadas por la Asociación de Reyes Magos de Villanueva del Ariscal.

Abriendo el cortejo, iba animando con su música, la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de los Remedios de Castilleja de la Cuesta, y justo antes de la Estrella de la Ilusión, las patinadoras de la Escuela Municipal de Patinaje Artístico del Ayuntamiento de Tomares que iban deleitando al público con sus bellas coreografías. Carrozas que iban acompañadas por un gran séquito de beduinos, más de 300, cuatro charangas, dos pasacalles (uno de la Estrella de la Ilusión, y otro de muñecos de globos de Los Minions) y un más de un centenar de voluntarios formado por los padres de los niños que participan en la Cabalgata.

Una gran cabalgata con la que se volcaron también las costureras del Taller Municipal de Costura del Ayuntamiento, autoras de los preciosos trajes que lucían los pajes de las carrozas de “La Estrella de la Ilusión”, “Vampirina”, “La Bella y la Bestia” y “La Caja de Juguetes”. Y junto a las carrozas, un amplio dispositivo de seguridad formado por la Policía Local y Protección Civil de Tomares. El séquito lo cerraba el Servicio Municipal de Limpieza para que, tras el paso la Cabalgata, las calles volvieran a quedar en perfecto estado de limpieza.

Los Reyes Magos saludarán desde el balcón del Ayuntamiento

Uno de los momentos más especiales y esperados por los tomareños se proujosobre las 21:00 horas de la noche, cuando una vez finalizada la Cabalgata, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, junto a la Estrella de la Ilusión, se asomaron al balcón del Ayuntamiento para saludar a todos los tomareños y desearles una feliz y mágica Noche de Reyes. 

 Control de alcoholemia

Para garantizar aún más la seguridad de la cabalgata, además del amplio dispositivo de Policía Local, Protección Civil y voluntarios, la propia policía realizó un control de alcoholemia a todos los conductores de las carrozas, control que se repitió al finalizar la misma. Con esta medida se perseguía que hubiera cero alcohol durante el cortejo ya que las carrozas transcurren entre miles de personas.