El pasado viernes tuvo lugar en Tomares el último y más esperado acto del calendario cofrade antes de la Semana Santa: el Vía Crucis del Cristo de la Vera Cruz, que cada año recorre en andas las calles del municipio portado por hermanos, devotos y por todas aquellas personas que desean vivir esta emotiva experiencia.   

Como es tradición, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz salió de la Iglesia de Nuestra Señora de Belén sobre las 20:30 horas, tras la misa de las 19:30 de la tarde y, en esta ocasión, el cortejo llegó en procesión hasta el Camino Viejo, acompañado de multitud de vecinos que no quisieron perderse este bello acto de cuaresma.

El cortejo, en el que figuraban devotos y miembros de la Junta de Gobierno y que estaba presidido por el Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental, Francisco Bermúdez, en compañía del alcalde del municipio, José Luis Sanz, incluía este año como hecho notorio,  la presencia de dos libreas con faroles de manos que escoltaban al Santísimo Cristo en su recorrido.

El Vía Crucis constituye una de las estampas más solemnes y tradicionales de Tomares, y es el preludio de la Semana Santa en la localidad. Tras la entrada en el templo, el Cristo de la Vera Cruz fue trasladado a su paso, donde permanecerá hasta el Jueves Santo por la tarde, a la espera de salir en procesión junto con Ntra. Sra. de los Dolores.

El domingo, procesión de ramos

El Domingo de Ramos, como también es tradición, una pequeña comitiva discurrió por las calles de Tomares portando ramas de olivo como conmemoración de la entrada de Cristo en Jerusalén. El cortejo inició su recorrido a las 12:30 en la casa Hermandad de la corporación Sacramental  ypasó por la calle Tomás Ybarra, continuando luego por las Cuatro Esquinas y por la calle Navarro Caro hasta la Iglesia de Nuestra señora de Belén. A continuación se celebró la misa de las 13:00 horas.