Los rocieros de Tomares entran este miércoles, 18 de mayo, en el municipio tras su cita anual con la Virgen
La Hermandad del Rocío de Tomares llegó a la Aldea Almonteña el pasado jueves, un día antes de lo previsto y sin pasar este año por la Raya Real ni el Puente del Ajolí. Pero, ni siquiera el inusual mal tiempo, ha podido con la fe de los rocieros tomareños que un año más han cumplido su promesa y acudido a su cita anual con la Virgen.
Una Romería, que pese a haber estado marcada por la lluvia, ha dejado también a la hermandad del Rocío de Tomares maravillosos e inolvidables momentos para el recuerdo como su presentación ante la Virgen en su ermita el viernes, 13 de mayo, con su Hermano Mayor a la cabeza, Rafael López, los 400 hermanos, numerosos vecinos, el alcalde, José Luis Sanz, miembros de la Corporación y el párroco, Gregorio Sillero.
O también la convivencia con todos los hermanos durante el camino, superando todas las vicisitudes del temporal que había anegado todas las veredas y campos que daban acceso al Rocío, para culminar con el salto de la reja de los almonteños para portar a hombros a la Señora de las Marismas y verla procesionar entre miles de devotos por las calles de la aldea la madrugada del lunes, 16 de mayo.
Una vez acabada la romería llegaba el momento de recoger y emprender el camino de retorno a casa, a Tomares, donde llegarán este miércoles, 18 de mayo.