Los alumnos del IES Ítaca de Tomares y de la Scuola Galileo Galilei de Italia celebran la I Feria de Productos Ecológicos
Los alumnos de 2º de ESO del IES Ítaca de Tomares y de 3º de escuela media de la Scuola Galileo Galilei de Cecina (Livorno-Italia), han celebrado el pasado sábado, 18 de marzo, en colaboración con el Ayuntamiento, la I Feria de Productos Ecológicos, puesta en marcha con el objetivo de informar a la población de que “Somos lo que comemos” y los beneficios de consumir productos ecológicos para la salud. Una iniciativa enmarcada dentro del Proyecto eTwinning de Aprendizaje-Servicio "Somos lo que comemos" en el que han trabajado de forma cooperativa los alumnos de ambos centros.
Numerosos vecinos se han acercado a conocer esta Feria y Mercado Ecológico, que se ha celebrado en la plaza situada frente a la Peña Cultural Flamenca, donde han podido adquirir todo tipo de productos ecológicos desde pan, aceite, quesos, verduras, frutas, huevos, chacina, cerveza artesana, etc.
Una Feria en la que han participado numerosas empresas andaluzas especializadas en productos ecológicos como Ecoibéricos de Jabugo SL, Vegaoliva, Quesos Mare Nostrum, la Panadería Andalusí, la Ecoaldea Los Portales, Enbirrasana, BioAlverde (huerto social de Cáritas), Más que lechugas, y el Chiringuito ecológico de CocoMa.
Y donde además ha habido un stand informativo, donde los alumnos del Ítaca han repartido entre los asistentes diversos folletos informativos elaborados por ellos sobre Salud, Alimentos Buenos, Alimentos Limpios, Alimentos Justos, Medio Ambiente, Cocinar y Nuestro papel, con el objetivo de informar a la población y especialmente a los jóvenes sobre qué son los productos ecológicos (cultivados sin químicos ni pesticidas) y concienciar sobre la importancia de consumir alimentos ecológicos, frescos y del terreno para gozar de una buena salud ante el avance descontrolado de la comida rápida (“fast food”) y su relación con la aparición de enfermedades.
Un proyecto con el que han intentado sensibilizar a la población sobre la necesidad de producir un cambio en los hábitos alimenticios y de consumo en nuestros respectivos entornos, en pro del movimiento “slow food”, que defiende que los alimentos deben ser buenos, limpios y justos para el que los consume, los produce y el medio ambiente, preservar la sostenibilidad y biodiversidad, y favorecer el desarrollo local y los valores tradicionales y culturales en relación con la alimentación.