Las mujeres rocieras de Tomares volvieron a cumplir una tradición que se repite año tras año con la peregrinación anual para ver de cerca a la Virgen del Rocío. Un bonito e intenso camino hacia Almonte que comenzó en la Parroquia Nuestra Señora de Belén a las 08.00 de la mañana con el rezo al Simpecado de la Hermandad.

La climatología hizo que las 125 devotas de la ‘Blanca Paloma’ llegaran al Rocío por el Camino de la Virgen donde pudieron saludar a la Reina de las Marismas con el canto de la Salve de Tomares. Tras la llegada, todos los presentes disfrutaron en la Casa de Hermandad de Espartinas de una bonita jornada de convivencia rociera donde no faltó el cante y baile. En todo momento estuvieron acompañadas y asistidas por miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Rocío de Tomares, organizadora de esta peregrinación anual.

La misa vespertina puso punto y final a esta bonita jornada rociera que cada año cuenta con una afluencia mayor de mujeres de Tomares.