La Plaza de la Constitución acogió el pasado sábado, 13 de marzo, una vistosa Exposición Escultórica “Pájaros Pillos”, del polifacético artista, vecino de Tomares, Fco. Markés. Una llamativa muestra de esculturas de animales modeladas a partir de materiales metálicos reciclados a los que el artista ha dado una nueva vida.

Coloridos pájaros, un gran toro bravo presidiendo el centro de la plaza como símbolo de nuestra tierra, e incluso la mariposa Tomares Ballus (cardenillo), especie característica del Parque Olivar del Zaudín, llenaron de arte durante unas horas la emblemática Plaza de la Constitución.

Unas originales esculturas parecidas a la que actualmente puede verse en la zona de los lagos del Parque Olivar del Zaudín, una garza, la cual fue donada por el artista, tras el éxito de su Exposición “La naturaleza tiene Arte”, a este gran espacio medioambiental como símbolo de su riqueza ornitológica y por ser lugar de paso y anidamiento de numerosas aves migratorias.

El polifacético artista local autodidacta, Fco. Markés también es conocido por su pintura neo-expresionista y su faceta de escritor. Una selección de sus cuadros pudo verse en junio de 2017 en la Exposición “Los 13 sentidos” que pudo visitarse en la sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Tomares. Una muestra colorista y con mucha fuerza, llena de elementos del arte contemporáneo como la “instalación”, que sorprendió a todos.

Markés es el autor del libro “La Dama del Zaudín” que fue presentado en noviembre de 2019, cuando ya contaba con una segunda edición, ya que la primera agotó los primeros mil ejemplares nada más publicarse. El concepto de “La Dama del Zaudín” se compone de dos grandes obras artísticas, ya que por un lado se trata de una escultura que Markés realizó a partir de una máscara que le llevaron a su taller de creación, y por otro del libro en el que narra la leyenda que gira en torno a ella: la señora, la guardiana que protege Tomares. Noventa y dos páginas en las que ficción y realidad se funden para hacer regresar al lector a los años en los que el Aljarafe sevillano se llamaba Osset, en torno al siglo III antes de Cristo.