“El hombre que más cerca ha estado también de la Santísima Virgen Esperanza Macarena”, de la Candelaria, la Paz, la Soledad de San Lorenzo, el Señor de la Sentencia o el Cristo del Silencio, Francisco Arquillo, y académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla Santa Isabel de Hungría, disertó sobre los trabajos de estudio, conservación e intervención que ha llevado a cabo a lo largo de su dilatada trayectoria profesional. Sus manos han restaurado también en 1982 un cuadro de Pablo Ruíz Picasso, así como la capilla de la Hacienda Santa Ana de Tomares, que data del siglo XVII.