Miguel de Toro es un tomareño de 25 años y 2,03 de altura que puede presumir de un brillantísimo palmarés en su deporte, el waterpolo. Plata con España en la Copa de Europa de 2018, acaba de repetir subcampeonato en el Mundial recientemente celebrado en Corea del Sur. Tras su paso por el CE Mediterrani, Miguel acaba de fichar por el club más potente de la liga española: el Zodiac Atlétic Barceloneta.  

A pesar de su juventud, es un referente ya del waterpolo español. Sin embargo, empezó desde abajo en el club de su ciudad natal, el Tomares. Tras practicar unos años la natación descubrió en el equipo local su pasión por el waterpolo. Tan rápidamente como creció en físico, sus cualidades llamaron la atención del Waterpolo Sevilla en primer año de juvenil y ahí continuó con su etapa formativa. Fue becado en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona desde los 17 años, cuando aún pertenecía al club hispalense, de modo que entrenaba durante la semana en Cataluña y después viajaba para disputar los partidos con su club. Una prueba más de que tras cada historia de éxito en el deporte hay esfuerzo, dedicación y, después, más esfuerzo.

Finalmente, el waterpolista tomareño acabó asentándose en Cataluña. Pasó por el CN Barcelona, el CE Mediterrani y ahora ha aterrizado en el Barceloneta. Es un fijo de las convocatorias de la selección española y en su posición de boya Miguel se ha hecho desde hace tiempo con un rol principal en el equipo.

Acaba de conseguir la plata en el Mundial. Solo Italia pudo impedir la consecución del oro tras derrotar a España en la final. Sin embargo, los segundos puestos alcanzados por los combinados masculino y femenino en el campeonato pueden calificarse de históricos. Como reconocimiento, los Reyes recibieron a las dos plantillas en el Palacio de la Zarzuela. Entre los asistentes, Miguel de Toro, un gigante de Tomares que ya tiene su lugar en la élite mundial del waterpolo.