EL DERRIBO DEL MURO DE LA HACIENDA DE SANTA EUFEMIA EN TOMARES HACE REALIDAD EL DESDOBLE DE LA CALLE EL MOLINO
El desdoble en dos sentidos de la calle El Molino en Tomares es una realidad, una esperada intervención que va a cambiar el tráfico en el municipio. Esta mañana se ha derribado la esquina del muro de la antigua Hacienda de Santa Eufemia, lo que permitirá el ensanche hasta los 6 metros y medio de la calle El Molino y su desdoble en dos sentidos.
Unas obras trascendentales que mejorarán sustancialmente la movilidad en la localidad, al permitir conectar de manera directa Villares Altos y Ciudad Parque con Santa Eufemia y el centro del municipio, sin tener que dar el gran rodeo que los vehículos tienen que dar actualmente para llegar al otro lado del municipio.
La ampliación de esta calle, además de mejorar la movilidad en Tomares, descongestionará una de las principales arterias de la localidad, la Alameda de Santa Eufemia, lo que supondrá un importante ahorro de tiempo y de combustible para los vecinos.
El alcalde de Tomares, José Luis Sanz, ha señalado que “estamos ante una intervención histórica que va a permitir mejorar la movilidad en Tomares, descongestionar el tráfico de la calle Alameda de Santa Eufemia, y conectar directamente cuatro importantes zonas de Tomares como son Ciudad Parque y Villares Altos con Santa Eufemia y el centro del municipio, con el consiguiente ahorro de tiempo para los vecinos”.
Los vecinos que deseen contemplar cómo de amplia queda ahora la calle El Molino, ya pueden hacerlo, pues detrás del muro que se ha derribado de la Hacienda de Santa Eufemia, ya se ha construido el muro definitivo que completará su cerramiento.
Reurbanización integral
El Ayuntamiento de Tomares, que reanudó las obras en cuanto pudo el pasado 29 de abril, tras el parón obligado por el estado de alarma, continúa a buen ritmo con los trabajos de reurbanización integral y ampliación de la calzada de la calle El Molino, que también incluyen la reurbanización de la calle Menéndez Pelayo, actualmente en curso.
La actuación, que es de una gran envergadura, además la ampliación del viario público para la circulación rodada en ambos sentidos, ha requerido de la instalación de una nueva red de abastecimiento de agua potable y un nuevo colector de saneamiento, que ya se ha realizado, para lo cual se han tenido que demoler los acerados desde el cruce de la calle El Molino con la calle Paraíso hasta la Rotonda de Villares Altos, que ya se están repavimentando con nueva solería teniendo en cuenta la eliminación de barreras arquitectónicas.
Unos trabajos que se han completado con la renovación de las infraestructuras de alumbrado público, y la colocación de gaviones o rocallas en el acerado que colinda con Villares Altos, que servirán de contención del terreno y mejorarán la estética de la zona, en la que también se han reordenado e incrementado el número de aparcamientos.
Las obras contemplan también la construcción un carril bici en el acerado lateral que colinda con la Urbanización El Mirador, que irá desde la Glorieta de El Lagar frente a Villares Altos hasta la Glorieta de El Cerrillo junto al antiguo colegio Menéndez Pelayo, un acerado que además del carril bici, incluirá también el espacio necesario para el paseo de los peatones.
Por último, se mejorará también la señalización horizontal y vertical del viario, se renovará toda la jardinería y se adecuará con arbolado de sombra en los trayectos peatonales. Las especies que ocupaban esta vía, que se han trasplantado al Parque Olivar del Zaudín, se van a sustituir por otras más acordes.