Engalanadas de vistosos altares, mantones y colgaduras en los balcones, las calles de Tomares reciben cada año a la procesión del Corpus Christi, que recorre el municipio ante cientos de vecinos que no quieren perderse esta cita obligada en el municipio que cada vez tiene más adeptos.
Una procesión que, como marca la tradición, viene acompañada de numerosos niños que han realizado en el año su Primera Comunión y encabezada por el Guión Sacramental de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, Santa María de los Dolores y San Sebastián.
Una comitiva a la que acompañan también, con sus estandartes y varas, miembros de la Corporación Municipal y los hermanos mayores de las hermandades.
Bajo el palio, el párroco de la localidad o su coadjunto, portan el Santísimo Sacramento, al que siguen numerosos vecinos entonando cantos eucarísticos. La procesión sale de la Iglesia de Belén, para regresar una hora más tarde y celebrar la tradicional misa con motivo del Corpus Christi.