En recuerdo de Miguel Ángel Blanco, símbolo de la libertad
Los primeros días del mes de julio de 1997 permanecerán para siempre en el recuerdo de los españoles. El 1 de julio la Guardia Civil liberaba a José Antonio Ortega Lara tras haber permanecido secuestrado por ETA la inhumana cifra de 532 días, el mayor cautiverio que ha habido hasta la fecha en España.
Este feliz desenlace supuso un duro golpe para los terroristas que de inmediato quisieron vengar con la máxima crueldad posible la liberación de Ortega Lara. Los etarras no se hicieron esperar y el 10 de julio España entera se sobrecogió con la noticia de que en una pequeña localidad del País Vasco, en Ermua, habían secuestrado a un joven concejal del PP, Miguel Ángel Blanco. ETA daba un ultimátum al gobierno de España, o acercaban en 48 al País Vasco a los presos etarras o sería asesinado.
Fueron dos días de mucha tensión, en los que todo el mundo se esperaba lo peor, porque nadie dudaba de que ETA cumpliría su promesa y asesinaría salvajemente a Miguel Ángel Blanco.
Fueron días muy duros, pero fueron días también en los que la familia nos enseñó a vivir con entereza y valentía los momentos más difíciles a los que se puede enfrentar alguien, la amenaza de perder un hijo y en los cambió para siempre la historia de España, ya que esa fecha supuso el inicio del fin de ETA.
El 12 de julio, 48 horas después del secuestro, ETA cumplía su amenaza y el etarra Txapote, de manera miserable, le pegaba a Miguel Ángel Blanco dos cobardes tiros por la espalda. Unas horas más tarde, en la madrugada del 13 de julio, moría Miguel Ángel Blanco.
ETA le quitó la vida, pero lo que no le pudo quitar es su dignidad y que se convirtiera en un símbolo para todos los españoles, en la insignia de la libertad. España entera le gritó a ETA con una sola voz “asesinos”.
Tras aquellos días de julio ya nada fue igual. ETA lo asesinó, pero no pudo acabar con su espíritu. 20 años después, Miguel Ángel está muy vivo en el corazón de todos los españoles y ETA muerta.
El Ayuntamiento de Tomares, como el resto de España, quiere unirse al recuerdo y homenaje que se le está rindiendo a Miguel Ángel Blanco por ser un símbolo de nuestra libertad y del fin del terrorismo de ETA en nuestro país, por lo que durante esta semana permanecerán las banderas del Consistorio a media asta.